viernes, 1 de febrero de 2013

Automodelado, el individuo construyendo

Así entonces, construir la vida conforme a un cierto tipo de realidad, paradójicamente ya deja asomar la posibilidad de crear una verdad que es la de dicha aceptación vital de la vivencia. Como decían Hegel y Bretch, la verdad es concreta. Se rescata de lo cotidiano, el hombre debe mantener una actitud crítica (léase mejor analítica para que no haya confusión) a cada paso de su autoeducación. Ser selectivo con su entorno y elegir lo que le modela o al menos con lo que le gustaría rodearse. Se debe terminar con los tópicos y el poso social y lingüístico. Todo debe ser cuestionado y cuestionable, incluso mis palabras. La insuficiencia de la razón ha mantenido estanco demasiado tiempo el reino del deber-ser del Hombre. Ha causado frustración. Si existe un individuo estético debe emerger de una nueva situación vital personal y trasladable socialmente. Si existe un 'verus real' y si es que se debe alcanzar que emerja de la razón poética, de los lugares recónditos de la imaginación... desde el desinterés, simplemente estando, pero ¿por dónde empezar? ¿qué tópico podemos romper?





An die Musik
Du holde Kunst, in wieviel grauen Stunden,
Wo mich des Lebens wilder Kreis umstrickt,
Hast du mein Herz zu warmer Lieb entzunden,
Hast mich in eine beßre Welt entrückt!

Oft hat ein Seufzer, deiner Harf' entflossen,
Ein süßer, heiliger Akkord von dir
Den Himmel beßrer Zeiten mir erschlossen,
Du holde Kunst, ich danke dir dafür!

A la música
¡Oh, arte benévolo, en cuántas horas sombrías,
cuando me atenaza el círculo feroz de la vida,
has inflamado mi corazón con un cálido amor,
me has conducido hacia un mundo mejor!

Con frecuencia se ha escapado un suspiro de tu arpa,
un dulce y sagrado acorde tuyo
me ha abierto el cielo de tiempos mejores.
¡Oh, arte benévolo, te doy las gracias por ello!

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